Lactancia Mixta con el acompañamiento del Taller de San Marcelino

El año pasado, en Julio nació mi gordito, vino a través de una cesárea difícil, un postparto con muchas lágrimas y pocos talleres, muy pocos talleres por ser verano. Creo que estuve 2 meses llorando prácticamente a diario, sientiéndome culpable y pidiendo perdón a mi peque por no poder ofrecerle solo leche materna. Hasta que di con Andrea de Amamanta, en el taller de San Marcelino, al que llegué hecha un mar de lágrimas y con una lactancia mixta. Todo el mundo me decía que dejaría la teta, que teniendo el bibe que era más fácil, mi peque dejaría de mamar. 13 meses más tarde seguimos con la teta, y aunque los bibes nos han acompañado somos felices con nuestros momentos de teta, de apego y de brazos. Gracias a Amamanta, a Andrea y a Reme, por hacerme sentir que no estaba sola, que era posible, por consolarme y escucharme. Y a mis compis del taller por estar ahí, cuando se pudo físicamente y cuando no, a través del grupo de whatsapp. Gracias por hacerlo más fácil