Estoy tremendamente agradecida a Bárbara, de Amamanta y a la matrona Teresa Martínez-Molla, de Alicante por su ayuda rápida, amorosa y desinteresada durante el episodio de mastitis que sufrí recientemente.
Comencé con síntomas un sábado por la mañana y al no poder acudir a mi matrona del Centro de Salud me vi perdida porque necesitaba que alguien me enseñara a vaciarme el pecho manualmente ya que tenía la mama tan dura que mi hijo no podía agarrarse y tampoco conseguía vaciar con el sacaleches. Me desesperé muchísimo porque todos los consejos eran que me pusiera mucho a mi hijo o que usara sacaleches y al no conseguirlo estaba entrando en un círculo vicioso del que no sabía cómo salir; cada vez con más dolor e inflamación y sin saber cómo resolverlo por más vídeos que veía de cómo hacerlo.
Me puse a preguntar y una amiga de Valencia me habló de lo bien que funcionaba Amamanta, contacté con Bárbara, y en esa misma mañana ya me había gestionado la visita presencial con Teresa. Cuando llegué estaba a tope de trabajo y sin embargo se tomó todo el tiempo del mundo en enseñarme a extraerme leche manualmente, revisar el tratamiento pautado por el gine, y tranquilizarme. Por si esto fuera poco, me pidió que le fuera informando de mi evolución esa tarde y los días siguientes. Hacía muchísimo tiempo que no me encontraba con gente así. Obviamente mejoré muy rápido con sus consejos y sus ánimos.
Mil gracias por vuestra labor desinteresada y la ayuda tan necesaria que nos prestáis a las mamás en una sociedad que vive de espaldas a los niños y a la crianza, y donde la tribu es vital para seguir adelante. Un abrazo enorme y mucha fuerza para continuar salvando lactancias.