Pensar en Amamanta es pensar tan bonito que no sé si voy a ser capaz de transmitirlo por escrito. Amamanta es respeto, amor, sororidad, tribu, valentía, apoyo. Me hace sentirme en familia y encontrar mi sitio. Creerme capaz de criar a mi hija Júlia desde el precioso apego que brinda la lactancia. Saber que pase lo que pase y sea cual sea mi momento, siempre voy a poder contar con todas estas maravillosas mujeres y profesionales. Bendito día el que a través del teléfono, Bárbara, me hiciste estar tranquila sabiendo que había una red para sostenerme. Gracias infinitas a Natascha, por tu sonrisa a través de la pantalla, y gracias porque traías de tu mano a un montón de mamás maravillosas a las que considero ya mis amigas.
No os imagináis el valor incalculable que tiene vuestra (nuestra) labor en estos tiempos locos.
Feliz de haberme subido al barco :)