¡Gracias de corazón! A pesar de estar en Barcelona me incluisteis en vuestras charlas y fuisteis uno de los pocos grupos activos durante el confinamiento, cuando nació mi hija y tuve muchos problemas con la lactancia. Me sentí apoyada por las otras madres y me animó saber que había gente que me comprendía y a la que podía acudir. Seguid así, ¡sois imprescindibles!