Así nació el taller de Lactancia en Serrería

LorenaEl día 14 de Enero a las 12:30 despegamos con el Taller de Lactancia de Serreria I. Todos los miércoles de 12 a 14:30, Carmen Pequeño, matrona del C.S., y Lorena Mateo acompañan las madres y familias que acuden al taller.

Lorena, es asesora de lactancia y doula, educadora infantil y social y profesora de yoga para embarazo y crianza. Ella nos cuenta cómo nació este nuevo taller.

¿Cuando conociste los talleres de lactancia?
Conocí los talleres de lactancia en mi embarazo. Decidí acudir a una formación de Doulas antes de quedarme embarazada para conectar con varios aspectos relacionados con la maternidad y acompañamiento en este proceso de vida. Uno de los seminarios era sobre lactancia y las chicas de Amamanta nos explicaron la existencia de los Talleres.
En la formación conocí a la que luego seria una de mis magas en mi maternidad. Carmen Maria Pons, matrona del centro de salud de Benimamet. Me invito a ir al Taller y allí acudí, a nutrirme de las experiencias de otras mamas. Lo que sentí me lleno de energía y fuerza. Todo el amor y respeto que se respiraba en aquel circulo me hicieron sentir parte de una tribu.

¿Acudiste al taller cuando nació tu hija?
El nacimiento de mi hija fue la experiencia mas preciosa que jamas he vivido como mujer.
Nació en el agua como una sirena y yo le di a luz como una loba conectada con el todo. Los primeros meses vinieron cargados de intensidad.
Me costo mucho salir hacia afuera, pero una de las primeras cosas que hice fue ir al taller de Benimamet. Mi hija y yo llorabamos mucho y cuando llegue al taller estaba desbordada. Mi hija no dejaba de llorar y cuando me toco el turno de palabra me derrumbe dejando salir todo aquello que me preocupaba y sentía. Una de las mamis, sin conocerla de nada, me invito a coger a mi niña, lo hizo y ella dejo de llorar. Para mi fue un momento mágico, intenso y sanador. Necesitaba la sabiduría de estas mamis, sus experiencias y consejos y cuando acabe el taller me fui llena de poder y confianza en mi misma y en mi pequeña.
Volví todas las semanas a pesar de vivir bien lejos de allí. Era nuestro momento especial de la semana. Un espacio donde poder compartir sin juicio y con respeto todo aquello que sentíamos y necesitábamos.
Allí descubrí la magia de criar en compañía. Nació mi manada con la que hoy en día todavía continuo compartiendo y fue el principio de mi camino como acompañante.

Tu hija fue creciendo, pero seguiste en contacto con el taller y con Amamanta…
Con el tiempo me hice representante del taller y cuando mi hija creció y empezó a no aguantar en el taller mucho tiempo y necesitar espacios abiertos y de parque, comencé a ir yo sola cuando podía.
Continué activa llevando a mi taller en el corazón y sacándolo a la calle, con cada mama y cada lactancia que se cruzaba en mi camino. Seguí acudiendo a los TDT de la asociación y un día recibí un mail en el que pedían apoyo para un taller que nacía en el centro de salud de Salvador Pau.

Y te animaste a acompañar en un taller que empezaba…
Este era mi barrio de pequeña, mi centro de salud y sin pensármelo les ofrecí mi apoyo. Duro poco la experiencia, ya que la matrona que estaba cubría una baja y a pesar de que pediatra y auxiliar estaban muy por la labor, cuando volvió la que tenia la plaza no estuvo de acuerdo con continuar el taller como estaba gestándose.

¿Cómo surgió la idea del Taller en Serrería?
Al poco tiempo, en uno de los TDT Lola, matrona de Museros, contacto conmigo porque el centro de salud de Serreria, también por el barrio, tenia ganas de reactivar su taller.
Carmen Pequeño, matrona de Serrería nos comentó a otra mama y a mi que “quería hacer un taller en condiciones”, y con esa energía comenzamos.

¿Que pasos seguisté para ponerlo en marcha?
En principio íbamos a ser dos mamas asesoras las que apoyáramos el taller junto con la matrona, pero Elena tuvo que marchar al encontrar trabajo, y no ha podido compaginarlo con el taller. Me decidí a ser representante de este taller casi sin pensármelo, es mi barrio, cerca tengo el trabajo y puedo conciliar mi vida laboral con el taller.
Para ponerlo en marcha, Elena y yo acudimos a Coordinación para pedir permiso de forma oficial al centro y de este modo poder poner información y estar las dos en el taller con consentimiento. Nos derivaron al Director de Atención Primaria del clínico, Elena se reunió con el y nos dio vía libre, le pareció una idea estupenda. Le enviamos una carta, nos la firmo y sello con su consentimiento y así se lo hizo saber a la coordinación del centro de salud.

Una vez lista toda la parte de gestión, el dia 14 de Enero comenzamos el taller.

¿Como fue ese primer taller?
Eramos 4 mamis, la matrona y yo, y sencillamente fue maravilloso. Volver a conectar con lo importante que es el apoyo de mama a mama es lo mas grande que se puede sentir como mama que empatiza. Ser canal de esto es un honor y un regalo que me ha dado la vida. Me hace muy feliz poder acompañar la intensidad de los primeros momentos y las dificultades del proceso de crecimiento que es la maternidad. Para mi, poder dar vida a este taller junto a Carmen Pequeño es mi forma de devolver todo lo que a mi me dió en su día el taller al que yo acudía y también transmitir toda esa sabiduría en forma de amor que me dieron las mamas del Taller de Benimamet.

Y el taller continúa y crece…
Poco a poco se han ido uniendo mamás, hemos hecho un grupo de apoyo de wasap, estamos muy activas con las embrazadas y a día de hoy ya es un taller lleno de vida y de amor. Esta formado por mamas que lo dan todo sin esperar nada a cambio, por mamas que escuchan y apoyan con su experiencia, por mamás a las que se les ilumina la cara cuando hablan del amor que sienten al dar de mamar a sus bebes y por mamas luchadoras que sacan sus lactancias adelante con la fuerza del amor puro hacia la vida.
Sin duda siento de corazón que un taller de lactancia, un circulo de mujeres es: “donde vive la magia”.